martes, 21 de octubre de 2014

Segunda Semana. "Buena suerte, compañero"




17 de Octubre de 2014

"El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatídico. Lo que cuenta es el valor para continuar"              
                                                                        Winston Churchill

Segunda Semana de viaje. El ritmo de navegación aumenta, el sudor empieza a reflejarse en nuestras caras. Es demasiado pronto para quejarse, demasiado pronto para decir no puedo. Ya nadie duda de que hemos zarpado. Nuestro viaje es exigente, es ambicioso. Queremos el éxito, y eso implica sufrimiento.
 
Comienzan las tareas en grupo. Hay un gran respeto entre todos los camaradas, y entre la tripulación y los capitanes. Todos sabemos que no ha sido fácil entrar en este barco. Quien esta aquí es porque le ha tocado remar en muchos mares, y eso hace que desde el primer momento nadie dude de apoyarse en el codo del compañero de al lado para entre todos poder remar más fuerte y con mejor técnica. Los capitanes no se muestran tan distantes con sus marineros. Pese a tener todos ellos cientos de horas de navegación, también se sienten en cierta manera noveles al tomar el timón del MUDE, un timón que apenas lleva unas millas recorridas. Creen en nuestra valía y eso da lugar a debates e interacciones que son valoradas por todos nosotros. Somos el primer viaje a bordo de MUDE, un barco prodigioso pero recién salido del dique, por lo que entre todos debemos detectar sus características y entenderlo. Ya se han tomado las primeras medidas correctoras, que seguro darán sus frutos. 

Por otro lado, este jueves ha tenido lugar la primera cena de marineros mudienses. Agradecer a Iñigo la cena en su acogedora posada, fue realmente fantástica. Conocer a la tripulación sin los uniformes de trabajo es un lujo por las personas tan enriquecedoras que hay tras ellos, y seguro que conseguirá que el sentimiento de piña sea cada vez mayor.

No todo han sido buenas noticias. Varias personas han decido quedarse en puerto y embarcarse en otros viajes. A todos ellos, les deseo la mejor de las suertes, y sin poder haber navegado con ellos mucho tiempo, estoy seguro que allá donde vayan, tendrán éxito.

Continuaré remando, con la mente puesta en aprender de mis errores, pero sobretodo de mis fracasos. Porque cada día que pasa a bordo de este barco, remo cada día mejor.

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